Corroborando la reciente propuesta de la CEOE, por Vicente Gascón

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Los trabajadores son unos vagos, por lo mismo que cobran del paro podrían estar trabajando y no vivir del cuento. Ya esta bien de practicar la eutanasia pasiva: recortes sociales, recortes en salud, subidas de precios,... No podemos esperar a que la degradación de las personas les lleve a morir por no poder acceder a una dieta saludable o por falta de atención sanitaria. No podemos esperar a que sus hijos por los recortes en educación no puedan acceder a puestos de responsabilidad y acepten trabajos a salarios mínimos. No podemos esperar a que la degradación humana lleve a la delincuencia y a la violencia que justifique la aplicación de medidas policiales y militares que justifiquen su exterminio. Hemos de aplicar definitivamente la eutanasia activa, gaseando a todos los improductivos: pensionistas, parados, dependientes, rebeldes y antisistema que nos suponen un alto coste social. Sólo nos son útiles los jóvenes saludables y poco formados dispuestos a trabajar por un mínimo salario. Que nos permita un gran margen de beneficios y así desarrollar nuestras empresas, dando ricos beneficios a los accionistas. Esto si nos daría credibilidad ante los mercados, veríamos como sube la bolsa, como se reduce la prima de riesgo. Entonces volverán a florecer los grandes eventos, las actividades culturales para los VIPs, las actividades turísticas para las grandes fortunas y magnates de otros países. A la vez que acabaríamos con la lacra y podredumbre del turismo de zapatilla y mochila que tanto degrada la imagen de nuestros países. Veo nuestras costas a semejanza de los emiratos árabes: Grandes y espectaculares hoteles, puertos turísticos llenos de vistosos yates y cruceros, con casinos luminosos y resplandecientes, con centros vacacionales de alto estánding, calles espaciosas llenas de limusinas y deportivos. Ellos necesitan que alguien limpie sus lavabos, que haga sus camas y comidas, necesitan camareros, médicos y arquitectos, necesitan policías,abogados y jueces que protejan y defiendan sus intereses, incluso necesitan de artistas que les hagan mas agradable su existencia. Todo esto bien delimitado, inaccesible económicamente, protegido y apartado de la zona reservada para la clase trabajadora. No me preocupa tanto el que ellos lo tengan asumido asi, como si fuese un derecho divino; lo que realmente me preocupa es que los demas tambien lo tengan asumido asi. ¿ESTE ES EL MUNDO QUE QUEREMOS?