Benvingudes i benvinguts al bloc d'Els Verds assemblea local L'Eliana i comarcal de Camp de Túria.




diumenge, 4 de maig del 2025

LA QUE SE AVECINA

Pueden pensar que voy a hablarles de una famosa serie y, la verdad sea dicha, en ocasiones lo que acontece en la realidad social y política puede parecernos una serie de televisión, pero desgraciadamente para la ciudadanía los resultados no son ni de lejos los de conseguir un rato de risa y distracción sino todo lo contrario, les causamos aburrimiento y desapego. Si han leído bien, escribo causamos porqué todas las personas que, de una manera u otra, nos hemos marcado por nuestras acciones como personajes públicos en mayor o menor medida contribuimos a tal desapego con nuestras acciones u omisiones. Estamos saturados de ver en los medios de comunicación, con argumentos solidos o con grandes cortinas de humo, demasiados casos de enchufismos, corrupción, negligencia en la gestión, broncas entre personajes que deberían estar dedicándose más a gestionar el bien común que en buscar la paja en ojo ajeno, poniendo en práctica aquello de “ y tú más” y todo ello sólo beneficia a una ínfima parte del arco público, a aquellos que pretender diseñar, bajo el paraguas del Estado social y democrático de derecho que es el Estado español, un traje a su medida de democracia formal pero asignando los derechos que conlleva nuestra constitución tan solo a quienes ellos consideran dignos y que por supuesto no son la mayoría de la ciudadanía, ni las personas en situación de desigualdad o vulnerabilidad sea ésta social, económica o habitacional. Y mientras todo esto pasa, las personas jóvenes siguen teniendo trabajos precarios, siguen sin una vivienda digna, adecuada y accesible donde empezar su presente y futuro proyecto de vida; a las personas con diversidad funcional se les priva de gozar de los mismos derechos de los que sí gozan el resto de sus conciudadanos; las mujeres, pese a las leyes y avances, seguimos con los mismos techos de cristal y suelos de cemento y hay quien aún pretende que volvamos a las cavernas; seguimos sin tener una jornada laboral única que nos permita trabajar para vivir, conciliar y corresponsabilizarnos en nuestras tareas y nuestros que haceres y ocios y no vivir para trabajar ¿y qué decir de las personas migrantes? Demasiadas cuestiones a las que atender, de las que responsabilizarse y actuar en consecuencia, ¿o no? ¿Y qué hacemos ante todo ello? Seguimos hinchando el pecho cual gallo mostrando nuestras plumas de bienhechores de la patria, como si el hecho de haber propuesto alguna acción para mejorar la situación hubiera sido única y exclusivamente porque nosotros estábamos ahí, pero olvidamos lo más importante: cuando eso pasa, no es porqué estemos nosotros, no, pasa porque quien tiene el poder de decidir, la ciudadanía nos ha puesto ahí con sus votos y no nos ha puesto solos, nos ha puesto junto a otros a quienes también han elegido para que con nuestra gestión y buen gobierno conjunto mejoremos la vida de todos, no la de unos cuantos. Desgraciadamente para conseguir lo que nos piden hay que dejar atrás nuestras siglas. Cuando nos votan y gobernamos no somos la voz de nuestra organización política, somos la voz del pueblo, diversa, plural y sin siglas, pero con derechos individuales y colectivos reconocidos en la Constitución que debemos garantizar, conseguir su disfrute y ejercicio efectivo y su preservación para toda la ciudadanía frente a quienes pretender seguir manteniendo los privilegios para unos pocos eliminando los derechos al resto. En eso consiste la gran diferencia entre democracia y dictadura, que no les engañen con falsos discursos, la democracia lucha poder defender los derechos de todas las personas en su diversidad, la dictadura es un sistema represor de los derechos individuales y colectivos y garantizador de los privilegios del gobernante y sus co-legionarios. Por ello frente a la que se avecina, que no es poco, hay que tener muy claro, pero de verdad, con temple y fortaleza, eligiendo a las mejores representaciones para ello, que delante van las personas, las siglas deben quedar detrás. Y ello sólo puede conseguirse con una unión plena, generosa, reconociendo y respetando las diferencias y trabajando por el bien común, bien común que no tiene sigla de organización política, sino derechos fundamentales, vivienda digna, vida y muerte dignas, trabajo digno, educación y sanidad públicas y universales, igualdad e inclusión, en definitiva, gobernar por, para y con todas las personas, en la consecución de una sociedad justa, igualitaria y radicalmente democrática. Si no es esto lo que está en la agenda, lo demás está de más. Pura Peris García Secretaria General de los Verdes.